Un día con mucho dolor te dije adiós.

 


Siempre planificando, y sabiendo que quería, me encontré soñándote, pensando tu nombre y cómo serías. Así como hice con mi primer hijo, a vos, también te deseé, te busqué y te encontré.

Pero pasaron algunas semanas hasta que tu corazón dejó de latir, dejó de escucharse y decidiste que no ibas a seguir creciendo. Tal vez la vida nos quiso separar porque vos no estabas preparado para este mundo. Tal vez viniste a enseñarme algo, quien sabrá. 

Pero se que dejaste un vacío y una tristeza sin igual. Que no era solo Mía, sino también de tu papá, también de tus tíos, de tus tías, de tus abuelos.. y de todas las personas que se enteraron.

Fue muy triste saber que mi cuerpo debía sacarte, eliminarte y decirte adiós.

Pero no soy una excepción, fui 1 de cada 4 mujeres, que pierden su bebé.

Es muy alta la estadística y creo fervientemente no solo como mujer, sino también como profesional de la salud, que se debe hablar de esto. Que no podemos llamarnos al silencio, duelar en las penumbras. 

Es necesario sentirse acompañada, ya bastante dolor cargamos al no saber por qué yo? Por qué a mi? Qué hice mal? Y volver una y otra vez sobre nuestros pasos, encontrando un motivo por el cual el desarrollo del bebé no siguió.

Y si, digo bebé, porque en la cabeza de una mujer que se anotició de su maternidad, que deseaba ser madre, o que simplemente estaba feliz con la noticia, ese embrión ya era un bebé.

Entonces en ese momento de profundo dolor, toca soltar, toca dejar salir, de la manera que sea, ese embarazo, y destruir todas las fantasías que se habían construido ese día que te enteraste de la noticia.

Duele? Si, claro que duele. Duele la incertidumbre por sobre todas las cosas. En ese punto intermedio entre no saber que paso, y no saber que vendrá. 

Mi historia continúa con un final feliz, porque a los meses llego a mi vida otro embarazo, y mi mundo se lleno de ilusiones nuevamente. Mi bebé arcoíris nació, y hoy ya tiene dos años.

Pero no es así la historia de todas, habrá distintos desenlaces. Aunque si se lo que es el dolor, porque lo atravesé. El dolor de una perdida gestacional y conjuntamente el duelo de muchas fantasías.

Y hoy, simplemente quería empatizar con vos, que tal vez estés atravesándolo, o que recientemente te haya pasado, o esté pasando, o haya pasado hace mucho y te caló tan hondo que aún se siente el dolor.

A vos, te abrazo fuerte, te cuento las estadísticas para que sepas que es más normal de lo que parece. Y lo pongo sobre la mesa para que lo hablemos, para que normalicemos hablar de los dolores, del sufrimiento, y que no te lo lleves cargado en la mochila, como si fuera un pedazo de hormigón.

A vos que me leíste hasta acá, te agradezco. Porque hablar de esto una y otra vez, me sana. Es mi manera de naturalizarlo, y saber que fui una más del montón a la que por mala suerte o destino, le tocó.

Sepan que nosotros, estamos para acompañar los procesos de la vida, siempre buscando la forma de sanar las heridas emocionales, poniendo en palabras y soltando, para caminar mejor y más ligeros.

Si lo necesitas, no dudes en escribirnos. Estamos para acompañarte. Mi camino no lo hice sola, también tuve un sostén y soporte emocional para transitar tanto dolor. 

www.redterapeutica.online

Lic. Melisa Cintia Roldán. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Quien sos para opinar de mi cuerpo?

Mi cuerpo y yo. El arduo camino al éxito.