Mi cuerpo y yo. El arduo camino al éxito.

Más de una vez escuche consultantes hablar mal de sí mismos, sobre todo de su cuerpo. De su nariz, ojeras, granitos, gordura, delgadez, bellos, altura, pelo… y podría seguir.

El cuerpo es una temática por demás interesante dentro de la psicología. Por demás amplia. Implica nuestra visión subjetiva de nosotros, pero también implica la visión que nosotros le otorgamos al que mira de afuera.

Y muchas cosas le pasan a nuestro cuerpo. No solo es la construcción de la idea del cuerpo. También es qué historia tiene ese cuerpo para construir esa visión.

Es un cuerpo que, como hablamos en la primera nota que publicamos, carga con nuestra psiquis, y con todos los pensamientos conscientes e inconscientes que parten de ella.

Un cuerpo que carga con una historia. Un cuerpo sexualizado. Un cuerpo tocado. Un cuerpo usado. O incluso un cuerpo abusado.

Se que son temas difíciles de manifestar. Pero siento responsabilidad en hablar de esto también.

En cómo nuestra historia hace que nuestra visión sobre ese cuerpo se vea afectada. 

No es lo mismo un cuerpo mimado desde el momento cero de vida, cuidado, respetado, adulado incluso… que un cuerpo maltratado, desprotegido, descuidado, abusado, tocado, o mal hablado. 

No, no es la misma construcción la que va a resultar de la mezcla de esos componentes.

Como tampoco será lo mismo, si ese cuerpo fue hablado a través de otro, donde fue Otro el que nos dijo que nuestro cuerpo tenía tal o cual defecto.

Lo que es cierto, es que el cuerpo es una concepción. Un constructo que por suerte podemos cambiar.

La visión de nuestro cuerpo la podemos trabajar. Obvio que vamos a tener que trabajar con todos aquellos aspectos que llevaron a tener esa visión sobre uno mismo. Pero, si en el horizonte de ese camino, te digo que la relación entre vos y tu cuerpo va a cambiar, te atreverías a recorrerlo?

Es real que si uno pone en palabras todas esas emociones atravesadas por ese cuerpo, algo cambia. 

Cambia la manera en que voy a ver las emociones que mi cuerpo atravesó en ese pasado. Y por sobre todas las cosas, cambia el sentir actual. Porque vas a ser capaz de identificar que esas emociones pertenecen al pasado, y no necesitas cargarlas más en la actualidad. 

Ubicar cada cosa en su lugar, nos da un panorama más certero de donde estamos parados. Pero para llegar a esto, hay que deconstruir la manera en que vemos, entendemos, pensamos o creemos a nuestro cuerpo. 

Es por estos caminos, que andando y desandando lograremos nuestra propia aceptación. La construcción de nuestro amor propio. Y es desde allí, desde donde también se harán los cambios.

No se trata de odiar tu cuerpo con manchas, obesidad, delgadez, estrías, celulitis o tu nariz desviada. Se trata de aceptar, y amarte más allá de tu cuerpo visual. Sos mucho más que eso.

Es desde allí, desde ese amor incondicional con vos mismo, que va a ser posible producir el cambio con constancia. Porque te quieres.  Un tratamiento estético, una cirugía, alimentación saludable, deporte, etc. Bienvenido todo aquello que te haga sentir bien con tu cuerpo. Pero siempre desde tu auto amor. Porque es desde esta constante que vas a valorar tus cambios, y te vas a sentir en plenitud.

Sino, simplemente vas a sentirte un objeto, al cual luego vas a tener que hacerle otra modificación para gustarle al otro que ya se aburrió.

Por supuesto que todo este trabajo, viene de la mano de nosotros que te podemos acompañar, escuchándote y ayudándote a hacerte las preguntas correctas para que encuentres tu éxito.

Te esperamos por cualquier consulta en:

www.redterapeutica.online

Lic. Melisa Cintia Roldán. 

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