"Mi Cuerpo y yo": La Autopercepción.
La Autopercepción.
De chica me miraba en el espejo y me veía bien, me veía mi sonrisa, mi abundante cabellera lacia, mis ojos marrones almendrados, y sin nada más que opinar de él, lo amaba tal cual era.
Pero poco a poco fui creciendo, empecé a dudar de eso que veía, porque la mirada del otro empezó a tener lugar. Empezó a crecer.
Las palabras del Otro me fueron marcando, me fueron nombrando, me fueron constituyendo. Y a su vez, yo creyendo que sus palabras eran mias. Que lo que el otro decía que veía de mí, era lo que yo veía también.
Paso mucho tiempo, REAL, mucho tiempo, cuando entendí que mi cuerpo y yo somos entidades separadas pero unidas eternamente.
Me dirás, pero ¿cómo es eso posible?
Y si, mi cuerpo transporta mi mente. Pero mi mente no es mi cuerpo. Mi cuerpo cual objeto, transporta mi mente que se sujeta de él. Son dos entidades independientemente dependientes.
Con el tiempo comprendí que lo que a mi cuerpo le importaba, debía y tenía que ser lo que a mi mente le importara también. No lo que los demás pensarán de él.
Así, poco a poco, fui entendiendo que él depende de mí, tanto como yo de él. Y que cuidarlo a él, es cuidarme a mi.
Por eso… es tan importante la percepción. De donde veo lo que veo, y qué es lo que verdaderamente veo allí. ¿Es mío ese pensamiento o en realidad es de otro, y lo tomé como propio?
¿Y es la única forma de verlo entonces, o hay múltiples maneras de concebir el mismo cuerpo?
Claro que no hay una única verdad… son preguntas para abrir sentidos y discernir dónde estamos parados… Porque solo desde allí, también lograremos los cambios que queramos hacer.
Lic. Melisa Cintia Roldán.
Comentarios
Publicar un comentario